Cuentan las escrituras en San Juan 5: 2-4 Que en la entrada de Jerusalen cerca de la puerta de las ovejas hay un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos, en estos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque y agitaba el agua y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
Imagino yo que aunque a las ovejas no se les dió tanta importancia, ellas estaban allí cerca quizas para beber del estanque cuando se encontraban cansadas.
Cada ser humano quizás busque un betesda en su vida, a donde ir, donde beber agua, a donde refugiarse.
Cada hombre que quería entrar en el pozo de Betesda, anhelaba dejar en el su enfermedad, como anhelamos dejar nuestro stress también nosotros, aquello que nos agobia, aquello que nos impide seguir...
Despues de este relato más adelante Juan 5: 5-8, Aparece un hombre deslumbrante, con un rostro apacible y mirada compasiva y a aquel que no pudo entrar en el pozo simplemente le dice dos palabras levantate y anda....
Espero hacer de este pequeño rincón mi Betesda, esperando que algún día me visite el hombre deslumbrante...
Sean bienvenidos y de corazón espero les agrade!!!!
Cuentan las escrituras en San Juan 5: 2-4 Que en la entrada de Jerusalen cerca de la puerta de las ovejas hay un estanque, llamado en hebreo Betesda: Imagino que así como las ovejitas buscaban estar cerca del estanque para beber agua y porque no? para descansar. Asi también el ser humano busca un lugar para descansar y beber agua cuando este cansado de la rutina de esta vida. Quiero hacer de este lugar mi Betesda y porque no tuyo también, sean bienvenidos y de corazón espero les agrade!
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